Las recientes decisiones judiciales en los Estados Unidos, en relación con un producto etiquetado como Kona Beer, no producido en Kona, y frutas y verduras que las etiquetas indicaban como procedentes de una granja de Washington, cuando procedían en realidad de todo el mundo, confirman el aumento de conciencia de la importancia del origen geográfico de los productos a nivel de consumidores y profesionales del derecho.En junio, el Tribunal de Distrito del Norte de California confirmó un acuerdo de resolución de disputas donde la etiqueta “Kona Beer” supuestamente engañaba a los consumidores al creer que el producto en cuestión se había fabricado en Hawai. También en junio, el Tribunal de Distrito Occidental en Washington encontró que un consumidor razonable, orientado por etiquetas que se refieren a una granja de Washington, podría concluir que los ingredientes de los productos comercializados en realidad provenían de una granja del estado de Washington.
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