En China, varias leyes regulan la protección de las indicaciones geográficas (IGs).
Por una parte, las normas generales están previstas en el Código Civil. En su artículo 123, las IGs se enumeran entre los derechos de propiedad intelectual que benefician de protección en China. Asimismo, la Ley de competencia desleal de China y la Ley de calidad de los productos chinos prohíben las prácticas engañosas en cuanto al verdadero origen de los productos. Las disposiciones específicas, incluidos los procedimientos de registro, están contenidas en la “Ley de Marcas” de China (que incluye marcas colectivas y de certificación específicamente concebidas para las IGs), las “Disposiciones sobre la Protección de Productos de Indicación Geográfica”, así como en las “Medidas para la Administración de Indicaciones Geográficas de Productos Agrícolas”. Para la protección y la observancia de las indicaciones geográficas en China, se recomienda registrar los nombres extranjeros en virtud de las leyes mencionadas anteriormente.
Sin embargo, bajo ciertas circunstancias, la práctica ha demostrado que las indicaciones geográficas pueden obtener protección en China sobre la base de su protección a nivel nacional. El caso “Romanee-Conti” es interesante a este respecto. En 2016, “Fujian Longwang Trading Ltd.” había presentado una solicitud para la marca comercial “罗曼尼·康帝 ” en la clase 33 (Luomanni Kangdi es la transcripción china de “Romanee-Conti”). Después de que se aprobó la solicitud, el Instituto Nacional de Origen y Calidad de Francia (INAO) solicitó la anulación ante la Junta de Apelaciones y Revisión de Marcas Registradas (Trademark Review and Adjudication Board, TRAB). La TRAB declaró que “Romanee-Conti” no estaba registrada como IG en China y por esto la solicitud de marca en cuestión no infringía las normas de la Ley de Marcas de China. El INAO impugnó esa decisión ante un tribunal nacional. En 2018, el Tribunal de Propiedad Intelectual de Beijing decidió en primera instancia que la solicitud de marca “罗曼尼·康帝”infringía el artículo 16 de la Ley de Marcas de China. El tribunal reconoció que “Romanee-Conti” era una IG francesa y tenía reputación entre los consumidores relevantes en China como un vino de una región específica en Francia. El Tribunal declaró que, en tales casos, es importante evaluar la percepción de las IGs en cuestión del público relevante, así como si la aplicación y el uso de marcas registradas en conflicto con dichos nombres generarían confusión entre los consumidores chinos.
Finalmente, en su sentencia de segunda instancia de 2019, el Tribunal Popular Superior de Beijing confirmó la sentencia anterior.