El 12 de Marzo, la Comisión Europea publicó un estudio sobre los aspectos económicos de la protección de la Indicación Geográfica (IG) a nivel de la UE para productos no agrícolas.
El estudio analiza el panorama de las IGs no agrícolas en los países de la UE, así como los posibles efectos hacia los consumidores, productores y regiones de la introducción de un sistema sui generis para las IGs no agrícolas en la UE. La conclusión principal es que un sistema sui generis de la UE para las IGs no agrícolas sería beneficioso tanto para los consumidores como para los productores. Desde el punto de vista de los consumidores, aumentaría la transparencia del mercado y reduciría la presencia de productos no auténticos y otras prácticas engañosas. En cuanto a los productores, dicho sistema aumentaría los ingresos y generaría efectos indirectos en sus regiones.