Gracias al trabajo de los socios del proyecto, los primeros resultados del LIFE TTGG se pueden ver con respecto a una de las DOP involucradas, “Grana Padano”.
“Al unirnos a este proyecto, nos propusimos tres objetivos principales: comprender los principales impactos ambientales a lo largo de la cadena de producción de Grana Padano; identificar dónde podemos intervenir para mitigar estos impactos; brindar a los actores de la cadena de valor herramientas estratégicas para estimular el aprendizaje y la capacidad innovadora para reducir el impacto. Hoy se han logrado los dos primeros objetivos y alcanzaremos el tercero a mediados de 2022 “, dijo el Sr. Renato Zaghini, presidente del Consorzio di tutela del formaggio Grana Padano DOP (el Consorzio).
El proyecto ha aplicado la metodología “Product Environmental Footprint” (PEF) en una muestra representativa de productores de DOP Grana Padano. La recolección de datos involucró 68 granjas, 19 explotaciones lecheras y 18 empresas de envasado, permitió la evaluación del impacto ambiental en toda la cadena de valor y luego la creación de conjuntos de datos promedio y agregados. Más específicamente, se produjeron 3 conjuntos de datos para la fase de producción de leche de granja, 3 conjuntos de datos para la fase de transformación, 1 conjunto de datos para la fase de envasado y finalmente 1 conjunto de datos agregados de toda la cadena de valor. Los conjuntos de datos procesados de acuerdo con la metodología PEF cumplieron con el nivel de entrada del “International Reference Life Cycle Data System (ILCD)”. Los valores de referencia obtenidos permitieron identificar y estudiar qué acciones de mitigación potencialmente podrían ser implementadas por lecherías y agricultores para mejorar el impacto ambiental de su proceso productivo. Además, los productores de Grana Padano podrán evaluar y avanzar hacia una producción más sostenible, respondiendo a la demanda de los consumidores.
Con respecto a las granjas, se han identificado 6 macro áreas de intervención. Estas implican la correcta gestión de los efluentes, tanto en lo que respecta a la mejora de las técnicas de almacenamiento como al aprovechamiento agronómico de los efluentes. Otras posibles opciones a adoptar son la digestión anaeróbica, que podría agregar valor a los efluentes, así como las opciones de gestión orientadas a optimizar la composición del rebaño jugando con el número de animales criados y lactantes o aumentando la calidad de los alimentos autoproducidos y el origen geográfico de los comprados; finalmente, la adopción de un sistema de recuperación de calor a partir del enfriamiento de la leche en el tanque. Entre las medidas de mitigación propuestas, se encontró que el uso de estiércol de ganado en digestores anaeróbicos y la optimización de su gestión y distribución al campo, resultaron ser las más efectivas en términos de reducción de impactos ambientales globales.
Luego, en lo que respecta a las explotaciones lecheras, aparecieron grandes diferencias entre los productores seleccionados, principalmente por las particularidades debidas a su método de producción. Además, varias empresas elaboran productos distintos al queso Grana Padano (según el contenido de suero o la presencia de un almacén de crianza donde se afinan las formas de otros productores) lo que requiere un aumento fisiológico del consumo. Pero a menudo, incluso sin reemplazar máquinas o sistemas, se pueden lograr ahorros de energía, que se pueden cuantificar entre el 15-30% del costo del metano y entre el 10-20% del de la electricidad. Al analizar el impacto ambiental, las empresas lácteas que han emprendido estrategias de recuperación de calor son las más efectivas.
Para lograr el tercer y último objetivo y apoyar a las empresas en esta transición, se está creando un software, la “Environmental Decision Support Tool” (SSDA) que tendrá la tarea de traducir las líneas directrices de la PEF y las soluciones de mitigación identificadas en un sistema de cálculo y mejoramiento de toda la cadena productiva. Una herramienta que ayudará a las empresas a medir el impacto de sus productos proporcionando sugerencias prácticas sobre dónde enfocar las intervenciones de eficiencia.
El Consorzio demuestra, una vez más, cómo se puede introducir la innovación sin menoscabar la tradición.
El proyecto LIFE 16 ENV / IT / 000225 – The Tough Get Going – LIFE TTGG fue cofinanciado por la Comisión Europea. El proyecto está coordinado por el Politecnico di Milano con la participación de Università Cattolica del Sacro Cuore, Enersem (Spin-off, Politecnico di Milano), Consorzio per la protezione del formaggio Grana Padano, Centre National Interprofessionnel de l’Economie Laitière (CNIEL) , oriGIn y Fondazione Qualivita.
Más información se encuentra disponible en el sitio web del proyecto LIFE TTGG (http://www.lifettgg.eu/en/ ).
